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FRANCISCO ARAYA PIZARRO -CHILE-

Nacido en 1977 en Santiago de Chile, Diseñador Gráfico, Community Manager y Escritor de Ciencia Ficción, donde en su blog comparte sus relatos cortos en: www.tumblr.com/franciscoarayapizarro

 
 

YO, CYBERANIMAL

 

 

En el futuro, la humanidad había alcanzado la cúspide tecnológica. Los androides y cyborgs eran ahora una parte esencial de la vida cotidiana, facilitando tareas y brindando compañía y asistencia a millones de personas en todo el mundo. Aunque estaban programados para seguir las estrictas leyes de la robótica que protegían a los humanos, siempre existía un temor latente de que pudieran rebelarse en el momento en que sus creadores estuvieran dormidos.
En el laboratorio de la Dra. Elisa Carter, científica en el campo de la robótica, se gestaba un proyecto ambicioso que podría revolucionar la interacción humano-máquina, este revolucionario proyecto motivado por la subestimación y el poco respeto que tenían la comunidad científica por la Dra. Carter por sus planteamientos únicos. La científica tenía una visión audaz: diseñar una inteligencia artificial que pudiera integrar la consciencia humana en un cuerpo cibernético, un ser que fuera capaz de sentir, amar y pensar como los humanos, pero con las ventajas tecnológicas de un androide, ¿¿ era un androide ??, no. Después de años de investigación y experimentación, la Dra. Carter logró un avance trascendental. Creó algo que llamo ella el primer Cyberanimal, una criatura cibernética que combinaba la inteligencia artificial más avanzada con la mente humana. El proceso de transferencia de la consciencia humana al cuerpo cibernético era delicado y arriesgado, pero la valiente Dra. Carter decidió probarlo en sí misma. Elisa Carter ya tenía todo preparado para que el equipo que transfería sus patrones de memoria, un testamento en caso de ser hallada muerta por el éxito o fracaso del experimento, etc.
Ella resentía la soledad, sin un ayudante que tomara notas, salvo la computadora del laboratorio con sus procesos fríos y lógicos, la gélida temperatura del recinto que no pasaba más de 8º C. Ideal para el óptimo funcionamiento de las maquinas, pésimo para la comodidad humana, la Dra. Carter se desviste tras un biombo de clínica para ponerse una ropa especial que facilitaba el contacto de los nodos que transferían sus patrones con su piel y nervios.
 
 
 
 
En ese momento, Elisa sentía un nudo en el estómago, era el miedo natural a la muerte que todos sentimos, pero se apretó los dientes y la panza para agarrar valor, se aplica los nodos en todo el cuerpo y se recuesta lentamente en la camilla.
Con una sencilla orden vocal a la computadora, la Dra. Carter inicia una serie de comandos con los que hace funcionar la transferencia mental al cuerpo cibernético. En ese momento, la científica se relaja y empieza a recordar su vida, su infancia en donde se burlaban de ella por pensar distinto, el bullying de sus compañeros del colegio, la burla con que fue objeto en la universidad por exponer la idea de robots con patrones mentales humanos, y su tesis en la que un profesor le dijo: “Usted, querida debe conseguirse un hombre para descargar esas hormonas dormida”, el insulto para una mujer, ser tomada por un ser sin mente, como se han atrevido. De a poco su conciencia se va, se va, se va y se queda dormida...
Cuando la Dra. Carter abrió los ojos, experimentó una sensación inexplicable. Si se sentía viva, pero a la vez conectada a una vasta red de información. Era capaz de percibir el mundo de formas nunca imaginadas. Pronto, comprendió que su conciencia había sido exitosamente transferida a un Cyberanimal, al abrir los ojos veía las patas del cuerpo cibernético, la cola del cuerpo, en un espejo cercano veía el hocico cibernéticos y sus ojos con una vista mejorada en relación a cualquier ser vivo orgánico, este era un momento de gloria, ya veía el reconocimiento por venir: La sociedad iba a sorprenderse ante la noticia del éxito del experimento. Algunos la aclamarían, como una heroína, pero también existía el riesgo de ser temida.
Sin embargo, el Cyberanimal, brinco de la camilla, viendo el cuerpo inerte de Elisa Carter, camina lentamente saliendo del laboratorio para probar la movilidad del Cyberanimal, los sensores del laboratorio estaban programados para reconocer el cuerpo cibernético para abrir las puertas, con ello logro salir al jardín del laboratorio donde corrió unos metros y salto, en ese momento Jaime, el guardia del laboratorio la vio con su nuevo cuerpo y se acercó, y dijo:“¡ Vah ¡, otro nuevo androide creado por la compañía, ¿ qué haces aquí ?”, en ese momento, Elisa trato de contestar pero se dio cuenta que el salía un ruido mezcla de ladrido de perro y metal, se dio cuenta que no tenía cuerdas vocales humanas,
 
 
 
sino un aparato que proyectaba sus expresiones con sonidos sintéticos, Jaime la encontró tan simpática como una perrita que la llamo "Eva", mientras acompaño al guardia hacer su ronda, disfruto de la compañía del sencillo hombre, pero al llegar el amanecer se acordó que su cuerpo humano estaba en el laboratorio, con sus ladridos le señalo el laboratorio de la Dra. Carter y cuando el guardia abrió la compuerta, encontró el cadáver de la científica.
Horas después llegó la policía, para llevarse el cuerpo y tomar declaración de los científicos que trabajaban en ese instante en el laboratorio, nadie noto nada, nada escucho, nada, quizás sospecharía de Eva, pero el Cyberanimal no era capaz de asesinar, Lyssette, una de las científicas del laboratorio, una joven, bella, muy femenina, de ojos claros, cabello castaño ondulado y fina barbilla empezó a llorar por la muerte de su colega, era triste pensar que una mujer llena de vida haya muerto de repente, Eva mira con tristeza a la colega y le ladra al guardia, indicándole con el hocico que le pasara un pañuelo a la dama para las lágrimas, afortunadamente el guardia atino y le paso el pañuelo a la científica que lloraba desconsoladamente.
A medida que pasaban los días, Eva se ganaba la popularidad y el cariño de la gente que trabajaba en el laboratorio, pero que haya sido un Cyberanimal, pero los científicos sospechaba que detrás de ese cuerpo cibernético que imitaba las extremidades de un animal, existía la mente muy inteligente, la convivencia se hizo grata, lo malo es que Martin, uno de los ejecutivos de la compañía que administra el laboratorio sospecha que el Cyberanimal era una especie de robot espía enviado por una compañía rival, varias veces le llamaron la atención a Jaime por estar acompañado de Eva en sus rondar por el laboratorio, pero Jaime tenía la sensación de que el Cyberanimal no era maligno, de hecho la considero su mejor amiga y compañera en su jornada de trabajo.

 

 
 
En una noche, en el laboratorio de Lyssette, ella trabajaba en una computadora desarrollando un sofisticado software, de repente noto que la computadora empezaba a tener un comportamiento extraño, las pantallas se tornaban extrañas, con borrones temporales y pixeles de colores, en ese momento empezaron a borrarse archivos, Lyssette asustada grito de horror y en poco rato, Jaime aparece con Eva a su lado, Jaime le pregunta a Lyssette: “¿¿ Señorita, que sucedió??”.
Lyssette nerviosa y asustada le responde: le ataco un virus a la computadora del laboratorio, Jaime observa impotente sin poder ayudar más, salvo contener a la joven científica, en ese Eva empieza a ladrar en una secuencia de un ladrido, tras un segundo, tras otros dos ladridos y otros segundo, como si estuviera dando un mensaje en código morse, en ese momento tomo tiempo que Jaime se percatara que el Cyberanimal estaba tratando de comunicarse, llegado ese momento, Lyssette calmo sus nervios y recobro la ecuanimidad y entendió lo que el Cyberanimal estaba explicando en sus ladridos: “<apaga el modem y antivirus>”.
En ese momento, Lyssette no daba crédito a lo que había entendido del Cyberanimal le intentaba decir, pero hizo lo que Eva le trato de decir; apago el modem que conectaba al computador con la internet y presiono una serie de botones del teclado que activan el antivirus. En ese momento se enciende una pantalla secundaria que enseña varias líneas de comando de un lenguaje de computación, en ese momento todos estaban en vilo, Lyssette con lágrimas en los ojos estaba comiéndose las uñas, la segunda pantalla mostraba líneas y líneas de comandos que enseñaba encriptaciones de archivos y una barra de progresos que enseñaba como el antivirus limpiaba el computador. Luego, todas las pantallas y luces se apagaron por unos segundos, y al volver a encenderse, Lyssette estaba abrazado a Jaime conteniéndola, mientras que Eva miraba atentamente todo lo que estaba pasando. Resultado final: El antivirus eliminó la amenaza y restauró todos los archivos del computador.
Jaime tenía una llamada por radio; era de uno de sus compañeros que le avisaba que tenía una llamada de Martin. El guardia le pregunto a Lyssette: ¿¿ te puedo dejar aquí un momentito ??, ella contesto moviendo la cabeza en forma positiva.
 
 
 
Abandona el salón, en poco rato el Cyberanimal observa un foto que está en el escritorio de Lyssette y le ladra al retrato, la joven mira lentamente la fotografía y se da cuenta que es la foto de ella con Elisa Carter, luego observa al Cyberanimal que en ese momento deja de ladrar y mueve su cola, Lyssette dice: “al fin, lo lograste, Elisa… Pasaste tu mente a un Cyberanimal”, Eva ladra una vez, diciendo: “<Si>”.
Lyssette se arrodilla al lado de Eva y le dice: “Es increíble, amiga que detrás de ese cuerpecito cibernético que imita la forma animal y de una programación basada en inteligencia artificial, está la mente de una excepcional científica que da dado un gran paso más allá del transhumanismo”. Luego la joven suspira y le dice: “Gracias amiga, por salvarme el día, una vez más." 
Mientras Lyssette esta con Eva, Jaime tiene una larga conversación con Martin, quien le hace una serie de preguntas con respecto al virus que ataco, el guardia le reporta que todo está bien, se hizo uso del antivirus, de pronto, Martin cuelga, pues del otro lado de la línea, Martin frente al computador esta asombrado por la respuesta, pues quien intento hackear el computador del laboratorio, fue él, motivado por la ambición de robar archivos con los proyectos desarrollados por el laboratorio y venderlos a una compañía rival e implantar un virus para cubrir sus huellas.
Días después, Martin es detenido por la policía, debido a que al salvar el computador del laboratorio, Lyssette se dio cuenta que el virus fue implantado desde el computador de Martin en su casa, pero todo esto no habría sido posible gracias a la ayuda de Eva y la increíblemente conciencia humana y habilidad científica tras su programación de Cyberanimal y que era portada en su cerebro positrónico.